Creatividad, ducharse más y un ejercicio
NO SOY CREATIVA
He creído eso durante mucho tiempo.
A pesar de que escribo y alguna vez me atrevo a manchar un lienzo con óleo, nunca me he considerado creativa.
Y hace un par de años, dando un paseo por la biblioteca y buscando algo que leer que no se me hubiese ocurrido, vi un libro muy pequeño: ¿Por qué no se me ocurrió?
Y lo abrí.
Era un libro raro raro.
Poco texto.
Mucho espacio en blanco.
Y como en la portada ponía la palabra creatividad, dije: «Como no soy nada creativa, seguro que me viene bien».
Me vino mejor que bien.
Resulta que a medida que fui leyendo los conceptos que explicaba y haciendo los ejercicios que proponía, me di cuenta de que era muy creativa.
Que había arreglado montones de cosas en casa con lo que había por allí.
Que había resuelto un montón de problemas.
Que yo que sé…
Que me había inventado palabras como frutalada para definir una ensalada de frutas.
Resulta que la creatividad es mucho más que dibujar un ojo que no parezca un punto.
Y resulta que si la entrenas, es más fácil usarla.
Para entrenarla, desde luego que te recomiendo el libro:
𝐄𝐉𝐄𝐑𝐂𝐈𝐂𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐂𝐑𝐄𝐀𝐓𝐈𝐕𝐈𝐃𝐀𝐃
Resulta que he leído que la creatividad, entre otras cosas, 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫𝐚 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐞𝐬𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐲 𝐚𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞́𝐬.
Lo curioso es que muchas veces no tenemos ni idea de que estamos siendo creativos.
¿𝐒𝐞 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫𝐚𝐫 𝐥𝐚 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐞𝐬𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐬𝐢 𝐧𝐨 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐧𝐢 𝐢𝐝𝐞𝐚 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐨𝐦𝐨𝐬 𝐜𝐫𝐞𝐚𝐭𝐢𝐯𝐨𝐬?
Tengo mis dudas.
Por eso, te propongo un ejercicio.
𝐍𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐭𝐚𝐬 𝐮𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐥, 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐛𝐢𝐫 𝐲 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐥 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨. 𝐒𝐢 𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐜𝐫𝐨𝐧𝐨́𝐦𝐞𝐭𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐚𝐯𝐢𝐬𝐞 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫.
Si lo tienes, vamos allá.
Piensa en una 𝐦𝐨𝐧𝐞𝐝𝐚. Por ejemplo, una de 1€. Normal y corriente.
𝐀𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐮𝐧 𝐦𝐢𝐧𝐮𝐭𝐨, 𝐚𝐩𝐮𝐧𝐭𝐚 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐩𝐚𝐩𝐞𝐥 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝐮𝐬𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐨𝐝𝐫𝐢́𝐚𝐬 𝐝𝐚𝐫𝐥𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐬𝐞𝐚𝐧 𝐩𝐚𝐠𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥𝐥𝐚.
Por si te vale, acabo de hacer el ejercicio.
He conseguido 10 usos diferentes. No sé si muchos o pocos, pero me vale.
Puedes repetir el ejercicio tantas veces como quieras con cosas que tengas alrededor: un lápiz, un clip, un tenedor…
Verás que cada vez es más fácil y sacas más ideas.
Y es que la creatividad cuanto más se usa, más fácil nos resulta.
TIPOS DE PENSAMIENTO Y CREATIVIDAD
Se ha tratado de definir el pensamiento de muchas formas, pero hoy vamos a hablar de dos de ellas simplemente.
Según Edward de Bono tenemos dos tipos de pensamiento:
- LINEAL: Nos provee de un proceso lógico a través de una metodología tradicional.
- LATERAL: Conlleva desorganizar una secuencia lógica y llegar a una solución partiendo de otro ángulo.
Seguro que te suenan.
Guilford define el pensamiento como:
- CONVERGENTE: Es el pensamiento científico, iría de lo general a lo particular. Por ejemplo, pensamos en un ladrillo como un componente para construir una casa.
- DIVERGENTE: Este, por el contrario, es un proceso por el cual surgen diferentes ideas a partir de un mismo estímulo, que puede ser una pregunta o un problema. Se despliega en múltiples direcciones, busca desde diferentes perspectivas y utiliza distintos enfoques y conocimientos posibles. Por ejemplo, pensamos en un ladrillo como un pisapapeles.
Como ves, en el ejercicio anterior tratamos de estimular el pensamiento lateral o divergente. Es el que asociamos con la creatividad.
A veces, el hecho de utilizar un objeto para un uso diferente del que está hecho es mucho más creativo que tocar la guitarra, por ejemplo.
Así que la próxima vez que utilices un cuchillo para apretar un tornillo o un zapato como tope de una puerta, estarás haciendo uso de la creatividad.
DUCHARTE TE HACE MÁS CREATIVO
Y no es broma.
Yo cuando me atasco con algo suelo ir a ducharme. Y ahí se me encienden un montón de bombillas.
Tanto que suelen pasarme cosas como echarme gel en el pelo, o no saber si ya me he enjabonado o no.
La cosa es que la ducha nos ayuda a que nuestra mente divague.
En un estudio de 2015 realizado por el psicólogo cognitivo Scott Barry Kaufman, el 72% de los encuestados en todo el mundo dijeron tener algún tipo de nueva percepción en la ducha.
Woody Allen ingresa millones gracias a las ideas que le nacen dándose una larga ducha (perdón, medioambiente).
¿Por qué pasa esto?
Cuando entramos en una ducha, una parte única del cerebro se activa. Los psicólogos lo llaman red de modo predeterminado (DMN), donde un tren de ideas choca de manera no asociativa con diversas ideas en nuestra mente inconsciente, por lo que se forman nuevas conexiones.
Para activar DMN es necesario concentrarse en el mundo interior, desconectarse del mundo exterior y estar libre de tareas exigentes.
Algunos psicólogos lo asocian con la dopamina. Cuando se libera dopamina, nos sentimos creativos. Y durante la ducha, esta hormona fluye de manera incrementada.
La investigadora y psicóloga Shelley H. Carson atribuye todo a la distracción.
Una distracción puede proporcionar el descanso que necesita para desconectarse de una fijación en la solución ineficaz.
Según su teoría, si nos atascamos en un problema, una interrupción puede forzar un «período de incubación». La ducha puede servir como un período de incubación de una idea.
Jonah Lehrer, un neurocientífico, intentó descubrir el origen de la inspiración en su libro más vendido: Imagine. Detectó una serie de momentos Eureka y concluyó que un estado mental relajado es vital para ser creativo.
Así que más relax, más duchas, más paseos y más «no hacer nada», parecen la mejor opción para la creatividad.
Eso y ¿Por qué no se me ocurrió?
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